Químicamente existen ocho tipos de toxina botulínica, pero la que se utiliza para atenuar las arrugas es la exotonina de tipo A, que es la más potente de todas. Esta toxina paraliza selectivamente y de forma transitoria ciertos músculos del rostro para que el paciente no pueda realizar los movimientos faciales que le producen las arrugas», explica Belén Martín de Clínica Cocoon. Es decir que, según dónde se inyecte, no permitirá fruncir el ceño o elevar las cejas, por ejemplo.
Historias de Éxito de la Cirugía Estética en Granada: Antes y Después que Inspiran
Granada se ha consolidado como un destino destacado en cirugía estética, atrayendo a personas que buscan mejorar su apariencia y autoestima. Con un enfoque en la excelencia médica y los resultados naturales, las clínicas de la ciudad han transformado vidas, ofreciendo procedimientos personalizados que hacen realidad los sueños de muchos pacientes. En este artículo, exploraremos …