Cuando un auténtico superdeportivo se enfrenta a una berlina de negocios, no hay que hacerse ilusiones sobre el resultado de una competición deportiva. Al igual que la berlina ofrece más espacio en la parte trasera, un maletero más grande y, en general, una utilidad cotidiana considerablemente mayor, desde el punto de vista de la dinámica de conducción todo habla a favor del superdeportivo. En disciplinas individuales, sin embargo, la carrera puede estar reñida, al menos si la berlina es el poderoso BMW M5 CS (F90 LCI). Así lo demuestra un reciente vídeo de drag race de Mat Watson, que envió al über-M5 a competir nada menos que contra el Ferrari 812 Superfast para CarWow.
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Ambos vehículos tienen algo especial en común: en el momento de su lanzamiento al mercado, albergaban el motor de combustión de serie más potente de sus marcas, que no carecen precisamente de potentes series de modelos. Lo que en el caso del BMW M5 CS significa «sólo» 635 CV, en el del Ferrari 812 Superfast son unos impresionantes 800 CV. Mientras que el bávaro extrae su potencia de un V8 biturbo de 4,4 litros, en el Ferrari un doce cilindros de aspiración libre con 6,5 litros de cilindrada es el responsable de las enormes reservas de potencia. 800 CV y 718 Newton metro de par se envían a las ruedas traseras con la ayuda de un DCG de 7 velocidades, lo que permite al italiano de menos de 1,28 metros de altura acelerar de 0 a 100 en menos de 3 segundos, según cifras de fábrica. «
La gran ventaja del BMW M5 CS es su tracción total M xDrive, que le proporciona una sustancial ventaja de tracción, especialmente al acelerar desde parado. Mientras que la aceleración del Ferrari 812 Superfast está esencialmente limitada por la transmisión de potencia máxima a través de las dos ruedas traseras, en el caso de la berlina de potencia las cuatro ruedas arañan el asfalto y prácticamente catapultan al M5 desde el bloque de salida.
Una cosa está clara: ambos vehículos tienen su propio atractivo y se dirigen a grupos destinatarios completamente distintos. Esto será diferente por primera vez en el caso del BMW XM y el Ferrari Purosangue, en el que tanto los bávaros como los italianos quieren poner en la carretera el SUV de altas prestaciones más deportivo del mundo hasta la fecha.