No sólo en circuito muestra BMW su S1000RR, sino también en otras pistas, a veces menos asfaltadas, con sus famosas motos GS. Si la versión estándar nos recuerda a una bonita moto de carretera y la Adventure a una aventurera de larga distancia, la versión Rallye combina ambos estilos y huele a evento especial, sin matrícula.
Las llantas de radios se han sustituido por radios cruzados, el chasis es de un rojo brillante que contrasta con los elementos blancos del carenado, que siguen decorados con los colores de competición. El asiento pasa a ser negro, gris y blanco con costuras rojas y se introducen unos grandes cubremanos. Con éstos y los puños calefactables, no podrás quejarte de tener los dedos fríos. Como extra, se incluyen soportes para maletas en el paquete, al igual que el silenciador cromado. ¿Buscas motos de ocasión? En Crestanevada tienes las mejores motos de segunda mano del mercado.
Aparte de estos cambios, la GS sigue siendo reconocible a primera vista: faldones laterales metálicos con el logotipo de BMW, faros asimétricos en la parte delantera, guardabarros altos y anchos y, por supuesto, los cilindros Boxer. También siguen siendo típicos los intermitentes izquierdo y derecho a ambos lados del manillar. El vídeo de nuestra prueba:
Si el motor es el mismo que el de la Adventure probada en julio de 2011, sólo tiene que arrastrar 229 kg (más el piloto), lo que supone 27 kg menos y así lo siente. El bicilíndrico de 1170 cc aprovecha al máximo sus 110 CV a 7750 rpm. No importa la marcha que pongas, basta con girar la maneta para acelerar y hacer saltar a la GS. Incluso a 120 km/h, te sorprenderá la pegada que tiene, y sus 120 Nm de par a 6.000 rpm son sin duda un factor a tener en cuenta. Tiene tanta potencia que incluso alcanzar los 200 km/h será más rápido de lo que piensas, pero no en nuestras carreteras, claro. BMW R1200 GS Rally, cuando una salida se convierte en una etapa especial.
Como resultado, la GS añade otra cuerda a su arco: además de ser una tourer estable y cómoda, se convierte en una jugadora en cuanto el terreno se presta a ello y no rehúye la tarea de trazar curvas. Como reza el titular, hasta la más pequeña carretera comarcal puede convertirse en una etapa de rally.
Con sus 20 litros de gasolina y un consumo de 5,2 litros a los 100 km, puedes prepararte para etapas de casi 350 km, o incluso más si consigues moderar el ardor de tu mano derecha. La caja de cambios es tan suave y silenciosa que, incluso cuando la pones en primera, puedes comprobar en el salpicadero si el indicador de marchas muestra «1». En marcha, sigue siendo igual de agradable de usar y con el par motor presente, tampoco hay que abusar, siempre que no bajes demasiado de revoluciones, no estamos en una 4 cilindros…BMW R1200 GS Rally, cuando una salida se convierte en una especial.