Es bastante inusual que un fabricante de automóviles como BMW responda directa y, sobre todo, furiosamente a los comentarios en las redes sociales sobre un nuevo vehículo. En el caso del nuevo BMW iX, las cosas son diferentes, ya que la empresa con sede en Múnich ya ha procesado algunos de los comentarios esperados sobre el diseño («¿No pueden hacer que los coches eléctricos parezcan coches normales?») y la tecnología del SUV eléctrico en un vídeo, demostrando un enfoque inusualmente abierto a las críticas. ¿Buscas una furgoneta? En furgón segunda mano Crestanevada encontrarás las mejores furgonetas de ocasión.
El mensaje aquí es claro: con vehículos como el BMW iX, no se trata de satisfacer los gustos de todos y cada uno de los clientes potenciales («¿Siguen haciendo coches para gente normal?»). Incluso a los amantes de la marca de toda la vida que crecieron con modelos de BMW completamente diferentes no tienen por qué gustarles enseguida los coches eléctricos como el iX. Voces críticas como «Esto no es BMW» o «Volved a fabricar BMW» reflejan precisamente esta opinión, y se abordan abiertamente en el vídeo.
Pero desde el punto de vista de la empresa, está claro que la marca y sus productos tienen que evolucionar. Si el Grupo BMW construyera hoy sus productos siguiendo la misma fórmula que hace 20, 30 o incluso 40 años, quizá habría menos críticas en las principales plataformas de las redes sociales, pero casi con toda seguridad también habría menos clientes y, por tanto, menos futuro para la empresa.
Lo que es «normal» se percibe de forma individual y constantemente nueva. La aspiración de una empresa innovadora y orientada a la innovación como BMW Group es cambiar la normalidad un poco cada día y, de este modo, llevar a la vida cotidiana real de los clientes cosas que hace poco parecían futuristas.
Puede que el camino del cambio radical que se ha elegido no sea el más cómodo, pero las críticas no parecen afectar de lleno a los responsables: siempre ha sido más fácil no cambiar. Pero, ¿nos ayuda esto realmente a avanzar o acaba por dejarnos estancados? Por eso, al final del vídeo se plantea la pregunta central: «¿Cuál es tu razón para no cambiar?». – «¿Y por qué no quieres cambiar?».