Los médicos y terapeutas pueden referirse a las «cinco etapas del duelo» cuando hablan de cómo puede afectarle el duelo. Estas etapas son un marco que describe los tipos de emociones que sienten las personas que están de duelo. Son las siguientes:
Negación
Ira
Negociación
Depresión
Aceptación
Estas cinco etapas no son más que un esquema básico de las emociones habituales tras una pérdida, pero en ningún caso constituyen una guía infalible de cómo se produce exactamente el duelo. Superar el duelo suele ser más complicado que pasar por estas etapas. Es posible que las experimente en un orden diferente o que no note que experimenta ciertas etapas en absoluto.
¿Qué es la negación?
La primera etapa de las cinco etapas de Kubler-Ross es la negación. En pocas palabras, la negación consiste en no ser capaz de aceptar que la pérdida es real. Cuando se enteró por primera vez de su pérdida, es posible que dijera o pensara cosas como «Esto no puede estar pasando», «No me lo creo» o «Esto debe ser un error».
También puede ir acompañada de sentimientos de entumecimiento y conmoción; una persona que está de duelo puede no parecer muy triste si está experimentando la negación.
La negación se considera la primera etapa porque suele ser la reacción inicial de una persona ante una pérdida, sobre todo si ha sido inesperada.
¿Por qué se produce?
La negación se produce porque somos incapaces de procesar la información de que alguien a quien queremos se ha ido. Cuando sabemos que la pérdida lo cambiará todo, que nuestras vidas nunca volverán a ser las mismas, podemos esforzarnos por comprender lo que está ocurriendo, señala funeraria Emucesa.
En cierto modo, la negación es un mecanismo de defensa natural que nos ayuda a afrontar las emociones extremas del duelo. La negación es la forma que tiene nuestra mente de «suavizar el golpe», de evitar que sintamos demasiado a la vez.
¿Cuándo es un problema?
La negación es una parte normal del duelo y puede ser una respuesta emocional útil, porque te permite funcionar en los días y semanas siguientes a la pérdida de un ser querido. No hay una cantidad de tiempo adecuada para experimentar esta etapa del duelo, y no debes sentirte apresurado para dar pasos importantes como trasladar las cosas de un ser querido o redecorar su habitación.
Y lo que es más importante, si estás apoyando a alguien que está de duelo, intenta no meterle prisa para que supere la negación. Aunque te parezca que tardan en aceptar la pérdida, deben procesar su duelo a un ritmo adecuado para ellos. No les presione para que se deshagan de las pertenencias de su ser querido o tomen otras decisiones importantes.
Dicho esto, la negación puede volverse problemática si le impide encontrar formas de afrontar el duelo o si su comportamiento se vuelve autodestructivo. Aunque la negación puede manifestarse de forma diferente en cada persona, es posible que esté luchando por superarla si hace lo siguiente, especialmente mucho tiempo después del funeral:
Afirmar que la pérdida no le afecta
Negarse a hablar de la persona o de su fallecimiento
Fingir que está de vacaciones y que volverá pronto.
Beber alcohol o consumir drogas con mucha más frecuencia que antes de la pérdida.
Mantenerse ocupado, con trabajo o tareas, hasta el punto de no dejar de trabajar nunca.
Si experimenta algunos de estos síntomas, puede considerar la posibilidad de hablar con un especialista en duelo o con un asesor en duelo para buscar ayuda con su duelo.
¿Cómo se supera?
Superar la negación es, en su mayor parte, cuestión de tiempo. A medida que vayas siendo más «consciente» emocionalmente de lo que ha ocurrido, la negación empezará a desaparecer. No hay un tiempo determinado para superar la negación, y es posible que meses y años después de la pérdida sigas teniendo momentos en los que pienses: «No puede ser verdad». Lo importante es reconocer tu pérdida lo suficiente como para aprender a afrontarla.
Hay cosas que puede hacer para ayudarle a superar la negación, pero no se sienta presionado a precipitarse; las cinco etapas no son un «calendario» que haya que cumplir a toda prisa.
En cierto sentido, todo el proceso funerario -la ceremonia, el entierro o la incineración, el velatorio- es una forma de superar la negación. Al reunirse con amigos íntimos y familiares para despedirse de su ser querido, puede descubrir que es más capaz de comprender que su pérdida es real.
Si no estuvo presente durante o poco después de su fallecimiento, tal vez quiera ver a su ser querido antes del funeral. Muchas empresas funerarias disponen de una capilla ardiente en la que podrá ver a su ser querido en un entorno tranquilo, con apoyo si lo necesita. Esto puede ayudarle a superar la negación hasta cierto punto. Sin embargo, ver o no a su ser querido es una decisión muy personal y no hay una respuesta correcta o incorrecta. Siempre será una experiencia perturbadora y puede que decidas que es mejor para ti recordarles tal y como eran. Si decide verlos, debe ser consciente de que pueden tener un aspecto diferente y puede ser útil discutir sus expectativas con el director de la funeraria de antemano.